Los jefes del narco que murieron en Puente Grande

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Con el brote de coronavirus en el penal de Puente Grande la muerte de los jefes del narco en el complejo penitenciario crecieron de forma indiscriminada.

Antes de confirmar los decesos de Moisés Escamilla “El Gordo May”, líder de los Zetas, y Enrique Alejandro Pizano Jiménez “El Anestesia” o “Sacristán”, identificado como secretario particular de Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho” por Covid-19; en el penal de máxima seguridad ya habían ocurrido fallecimientos de capos.

Algunos de los casos se suscitaron en situaciones extrañas y no pudieron esclarecer; el más conocido fue el de Heleno Madrigal Virrueta, alias “El 20”, identificado como el presunto jefe del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para la Costa Sur del estado, quien fue encontrado sin vida al interior de la celda que ocupaba en el Penal Metropolitano de Puente Grande el 20 de agosto del año pasado.

La Fiscalía General del Estado se lavó las manos y explicó que el deceso fue por suicidio, aunque la defensa del criminal y a su familia no le satisfizo el informe.

Se esperaba que su estancia en Puente Grande de estos narcos fuera larga, pero tan sólo fueron puestos en manos de las autoridades ni siquiera pudieron escuchar su condena y se encontraron sin vida en el interior de sus celdas.

Tanto Adrián Gómez Meza y Gerardo Mendoza Chávez, ambos perecidos en 2018, aún en el gobierno de Aristóteles Sandoval Díaz. El primero de ellos, Gómez Meza, a quien se le encontró sin vida el 10 de julio de 2018, había sido aprehendido por presuntamente fungir como uno de los encargados de la contabilidad del CJNG.

Mendoza Chávez, fallecido poco antes, el 13 de mayo, estaba identificado como fabricante de drogas y por ser el supuesto autor intelectual del asesinato del exgobernador de Colima, Silverio Cavazos Ceballos, en 2010. 

VER:

‘El Chapo’ y sus narcofiestas en Puente Grande

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