¿Cómo controlo la ansiedad?

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De acuerdo con especialistas, hasta cierto punto, la ansiedad es parte normal de la vida, porque al final, todos nos preocupamos por cosas como los problemas de salud, dinero o los problemas familiares. 

Sin embargo, las personas con trastorno de ansiedad generalizada se preocupan extremadamente o se sienten muy nerviosas por éstas y muchas otras cosas, incluso cuando hay poca o ninguna razón para preocuparse. No les es fácil a las personas con el trastorno de ansiedad generalizada controlar su ansiedad y mantenerse concentradas en las actividades diarias.

La buena noticia es que afortunadamente, el trastorno de ansiedad generalizada se puede tratar. En este caso, lo recomendable es visitar al médico y contarle los síntomas que tiene para que pueda ayudarle a sentirse mejor.

Su médico debe hacerle un examen y tomarle su historia clínica para asegurarse de que sus síntomas no sean causados por algún problema físico no relacionado. Es posible que su médico le recomiende que consulte con un especialista en salud mental, como un psiquiatra o psicólogo.

Por lo general, el trastorno de ansiedad generalizada se trata con psicoterapia, medicamentos o una combinación de ambos. Pregúntele a su médico cuál es el mejor tratamiento para usted.

 

 

 

¿Qué es la ansiedad? 

La ansiedad, es una una emoción que todo el mundo experimenta ante una situación de incertidumbre y amenaza. Prepara a la persona para escenarios que pueden tener un resultado negativo. 

Sin embargo, el problema se presenta cuando se convierte en patológica y se manifiesta en un grado demasiado intenso y con gran frecuencia. Lejos de ayudar a adaptarse, bloquea al individuo y le lleva a un resultado peor del deseado, pudiendo comprometer su salud física y mental. 

Antonio Cano Vindel, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS) explica cómo controlar la ansiedad cuando esta se vuelve preocupante.

El especialista rechaza categóricamente el uso de medicamentos para solucionar el problema y apuesta por una terapia cognitivo conductual. “Es la que más se ha estudiado a nivel científico y la que mejor ha demostrado su eficacia”. 

¿Cómo se presenta en mi cuerpo la ansiedad? 

El trastorno de ansiedad generalizada se desarrolla lentamente, y suele comenzar durante la adolescencia o la adultez temprana. Las personas con este trastorno pueden:

  • Preocuparse demasiado por las cosas cotidianas
  • Tener problemas para controlar sus preocupaciones o sentimientos de nerviosismo
  • Ser conscientes de que se preocupan mucho más de lo que deberían
  • Sentirse inquietas o tener dificultad para relajarse
  • Tener problemas para concentrarse
  • Sorprenderse fácilmente
  • Tener problemas para dormir o para permanecer dormidas
  • Sentirse cansadas todo el tiempo
  • Tener dolores de cabeza, musculares o del estómago o molestias inexplicables
  • Tener dificultad para tragar
  • Tener temblores o tics (movimientos nerviosos)
  • Sentirse irritables o nerviosas
  • Sudar mucho, sentirse mareadas o que les falta el aire
  • Necesitar ir al baño a menudo

Los niños y los adolescentes con el trastorno de ansiedad generalizada a menudo se preocupan excesivamente sobre:

  • Su rendimiento, como en la escuela o en los deportes
  • Catástrofes, como terremotos o guerras

Los adultos con este trastorno a menudo son sumamente nerviosos sobre situaciones diarias como:

  • Seguridad laboral o el rendimiento en el trabajo
  • Salud
  • Finanzas
  • Salud y bienestar de sus hijos
  • Atrasarse
  • Completar las tareas del hogar y cumplir con otras responsabilidades

Tanto los niños como los adultos con el trastorno de ansiedad generalizada pueden experimentar síntomas físicos que dificultan su funcionamiento y que interfieren con la vida diaria.

Qué hacer ante un ataque de ansiedad o pánico

Cuando una persona sufre un ataque de pánico, la ansiedad se descontrola, pierde el control y se asusta ante ese descontrol. “La tasa cardiaca aumenta, se dificulta la respiración, hay hiperventilación, aumento de la temperatura y temblor”.

“El sistema nervioso autónomo se dispara y hay que tranquilizarle transmitiendo la sensación de que no hay peligro, que no hay una situación extrema y que lo que sucede no es grave. Al cambiar el foco de la atención y la importancia que le damos a los síntomas del ataque de pánico, estos disminuyen”.

La mejor forma de lograr esto es:

•  Hacer y pensar en otra cosa.

•  Cambiar de tema de conversación.

•  Ponerse a trabajar en algo.

•  Realizar cualquier actividad que permita no darle importancia a los síntomas que está teniendo.

•  En vez de hiperventilar, respirar más lentamente.

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