Al Departamento de Justicia de los Estados Unidos le preocupa el incremento en sus operaciones en la frontera de California de la célula del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) identificada como Los Cabos.
El grupo criminal acostumbra a realizar trabajos con extrema violencia y se les acusa de ser responsable del aumento del tráfico de drogas como heroína y metanfetamina en ciudades de California como San Diego.
La dependencia ya liberó ordenes de aprehensión contra sus líderes; algunos de ellos son: Edgar Herrera Pardo, también conocido como Caiman; Carlos Lorenzo Hinojosa Guerrero, alias Cabo 96; Edgar Pérez Villa, alias Cabo 89; e Israel Alejandro Vázquez-Vázquez, alias Cabo 50.
Los Cabos son acusados de generar una ola de violencia, terror y asesinatos en Tijuana, San Diego y otros condados de los Estados Unidos.
Los señalamientos principales que pesarían en su contra son Conspiración para Distribuir Sustancias Controladas para Importación y Conspiración para Importar Sustancias Controladas, informó la justicia norteamericana.
Su pena en caso de ser sentenciados podría alcanzar la cadena perpetua y una multa de diez millones de dólares, pero la sentencia mínima sería de diez años.
Al brazo armado del CJNG no le preocupa las formas de hacerse del territorio y están dispuestos a enfrentar a rivales, autoridades y hasta aliados con tal de mantener la hegemonía del Mencho en la zona.
El Departamento de Justicia ligó a Los Cabos en sus investigaciones como los responsables de alrededor de 150 asesinatos, la mayoría de los cuales ocurrieron en Tijuana, aunque las identidades de las víctimas no fueron reveladas.
Sin embargo, se supo a través de dichas comunicaciones que dichos asesinatos incluyeron el de dos ciudadanos estadounidenses adolescentes en Tijuana en noviembre de 2018.
