Integrina Beta 1 ¿por qué todos hablan de estas células?

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Un grupo de científicos de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) descubrieron que la integrina beta 1  es una de las múltiples llaves que esconden las células y que utiliza el coronavirus para introducirse y propagarse por el cuerpo humano.

David Alsteens, profesor del Instituto de Ciencia y Tecnología Biomolecular de dicha universidad, señaló en una entrevista a la agencia de noticias EFE, que: “La unión a la integrina beta 1 promueve la entrada del virus en la célula. Una vez dentro, la célula sirve de fábrica para construir nuevos virus y luego esos virus pueden propagarse para infectar otras células u otros individuos”

Las integrinas son una superfamilia de glucoproteínas que participan mayoritariamente en la unión de las células con la matriz extracelular, aunque hay algunas que también participan en la unión célula-célula.

Están presentes en la superficie celular en elevadas concentraciones.

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¿Cuál es la estructura de las integrinas?

Las integrinas son moléculas formadas por dos componentes diferentes unidos por algún tipo de enlace químico, que contienen también dos tipos de cadenas distintas, la subunidad α (alfa) y la subunidad β (beta), que se unen de forma no covalente.

Las cadenas alfa contienen aproximadamente entre mil y mil 200 residuos, en cambio las cadenas beta tienen entre 760 y 790 residuos.

¿Cuál es la función de las integrinas?

Fundamentalmente son receptores de membrana, algunos reconocen fibronectina, laminina, que son componentes mayoritarios de la matriz extracelular.

Algunas de estas integrinas pueden ser específicas para una sola molécula, pero en cambio hay otras que pueden reconocer diferentes ligandos.

Existen estudios que han revelado que las integrinas cooperan en el estímulo de la migración celular, lo que ha alentado a los científicos a estudiarlas.

Las integrinas juegan un papel crucial en la señalización celular. La conexión con los componentes de la matriz extracelular pueden causar una señal que será transmitida al interior celular por medio de una quinasa que se encuentra indirecta y temporalmente conectada con el extremo intracelular de la integrina, probablemente recibiendo los cambios conformacionales inducidos por la unión con componentes de la matriz extracelular. 

Las señales que recibe la célula a través de las integrinas pueden dar lugar a diversos procesos celulares como los que se indican a continuación:

¿Dónde se encuentra la integrina beta 1?

Algunas integrinas se sitúan en la superficie celular en un estado inactivo, pudiendo ser rápidamente activadas por citoquinas a un estado capaz de unir sus ligandos. Las integrinas pueden adoptar diversas formas o estados conformacionales bien definidos. 

Una vez activadas, el estado conformacional cambia para estimular la unión de ligandos de modo que se activen los receptores celulares, que también varían su conformación para dar comienzo a la transducción de señales.

Alsteens, indicó que los resultados de su investigación los instigan a descubrir qué otras proteínas podrían estar sirviendo como puertas de entrada del coronavirus: “Podríamos buscar adyuvantes que potencien la entrada del virus”, señaló.

Para el biólogo molecular, estos hallazgos significan hasta una probable alternativa, en torno a las terapias oncológicas

Pues estas terapias podrían ser diseñadas con mayor precisión, ya que hay tratamientos génicos o viroterapias, basadas en la utilización de virus oncolíticos, capaces de revertir el desarrollo de un tumor cancerígeno.

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