El día que casi muere ‘El Mayo’ en GDL

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En el punto más tenso de la guerra entre los cárteles de Sinaloa y el de los Arellano Félix se vivió en 1994, Guadalajara una vez más fue el escenario de los episodios más cruentos del crimen organizado.

Por primera vez en la historia moderna de nuestro país, grupos delictivos usaron técnicas exclusivas de terroristas y extremistas.

Las autoridades quedaron sorprendidos al conocer que un Grand Marquis explotó en las inmediaciones del Hotel Camino Real, sede de los XV años de Karime Fernández Castro, hija de Luis Enrique Fernández Uriarte y de Esperanza Castro; evento al que asistieron familiares y amigos de Chihuahua, Sinaloa y el Distrito Federal.

Se comentó que entre los invitados estaban integrantes del Cártel de Sinaloa, pero no cualquier miembro ya que uno de ellos era Ismael ‘El Mayo’ Zambada.

Las autoridades confirmaron que el autobomba fue un ajuste de cuentas entre narcotraficantes; los autores intelectuales eran los hermanos Arellano Félix.

La entonces Procuraduría de Justicia de Jalisco detalló que aparentemente la explosión fue antes de tiempo y los dos hombres muertos habrían sido contratadas por los capos para llevar el “regalo”.

Al concluir la investigación sólo se mencionó que 22 personas fueron investigadas, además de las dos víctimas mortales, seis personas resultaron heridas, se dañaron diez vehículos y seis fachadas.

Tras el ataque, Zambada y Guzmán Loera intensificaron sus acciones para vencer al Cártel de Tijuana.

VER: Sandra Ávila y su noviazgo con ‘El Mayo’

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