El sangriento clan del Cártel de Tláhuac

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Su inició en el crimen lo tuvo en la banda de secuestradores de ‘Los Caletri; Jesús Pérez Luna, alias el Ojos, encontró la forma en ganar dinero en actividades ilícitas y después educó a sus propios hijos en tan deleznables actividades.

Con el transcurrir de los días, ‘El Ojos’ se involucró en el trasiego de drogas   en la banda criminal de Óscar Oswaldo García Montoya alias “El Compayito”, pero al ser éste último detenido, se independizó y sus pandillas controlan algunas colonias de la delegación Tláhuac.

Pérez Luna inculcó en su clan reglas que rayaban en lo inhumano, nunca antes en la Ciudad de México y el Estado de México se habían visto acciones tan sangrientas para controlar la venta de drogas.

El llamado Cártel de Tláhuac pronto comenzó a afianzarse en los actos delictivos gracias a su red de halcones y tácticas agresivas contra sus rivales.

Se dice que al ser abatido por Marinos, ‘El Ojos’ había matado a decenas de personas e incluso a sus familiares.

El criminal logró que una de sus células operara impunemente en la misma Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Tras la muerte de Jesús, sus hijos y yernos tenían la suficiente preparación para operar uno de los cárteles más poderosos de la capital del país, a pesar de que sus herederos fueron detenidos.

Al parecer daban órdenes desde la prisión y al ser descubiertos dejaron el liderazgo en Carlos Alejandro Mendoza Sandoval alias El Cindy, yerno de ‘El Ojos’, se sabe que este criminal estuvo detrás de los hechos violentos en Plaza Artz donde dos israelíes fueron asesinados. 

Se le detuvo por delitos contra la salud, pero dos meses después fue puesto en libertad de manera inexplicable.

VER: Los herederos de los cárteles

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