Las increíbles fugas presidiarias de los capos

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Joaquín ‘Chapo’ Guzmán, capo del Cártel de Sinaloa, perfeccionó los escapes de prisión en gran parte por la red de corrupción que logró extender en el sistema penitenciario del país.

La primera vez que Guzmán Loera se fugó de una cárcel de máxima seguridad contó con el apoyo de las autoridades carcelarias y su plan parecía ideado por un guionista de filmes de bajo presupuesto.

El 19 de enero de 2001 nos despertamos con la noticia de que ‘El Chapo’ salió en un carrito de lavandería por la puerta principal de Puente Grande, Jalisco.

Trece años duró la cacería para reaprehender al narco más famoso; pero su estancia en el Penal del Altiplano, cárcel a la que fue recluido, sólo duró un año y medio.

Esta vez el jefe del narco utilizó su sistema con el que traficaba droga a los Estados Unidos; Guzmán Loera se fue por un túnel.

El entonces titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), Monte Alejandro Rubido, explicó que la construcción del túnel se realizó sólo con pico y pala, pero para hacer el agujero debajo de su celda se auxiliaron de un sistema de calor y ácido.

Aparentemente el capo pudo realizar el trayecto en menos tiempo al viajar en unas motocicletas que arrastraban; a su paso, rompió las lámparas que iluminaban el túnel.

La salida del túnel estaba en una casa de Santa Anita, ahí el capo más buscado del mundo se cambió de ropa, cenó y abordó una avioneta que lo llevó a su escondite.

Pero otros narcotraficantes también han logrado huir de prisión; varios de ellos son integrantes de la misma banda de Joaquín Guzmán Loera.

En marzo del 2017, cinco jefes del Cártel del Pacífico se fugaron de un penal de mínima seguridad en Sinaloa.

Entre los reos que escaparon estaban Juan José Esparragoza Monzón, ‘El Azulito‘, así como Francisco Javier Zazueta, ‘El Chimal’, presunto jefe de seguridad de Iván Archivaldo Guzmán.

Se dice que los cinco criminales salieron sin complicaciones por la puerta principal del penal de Aguaruto.

De esa misma prisión, Adelmo Niebla, otro capo de la misma organización criminal, se fugó tres años por un túnel de 10 metros bajo tierra y 400 metros de extensión.

Otras increíbles fugas de penales del país ocurrieron en 2009 y 2010;  en la primera se fueron 17 reos de una prisión de Tijuana. Para escapar usaron un hoyo que conectaba con un muro exterior de la cárcel.

Pero hace ocho años quizá las autoridades carcelarias se vieron ridiculizadas con dos fugas masivas; de un penal de Reynosa, Tamaulipas, 85 reclusos se fueron con total tranquilidad.

Los prófugos pertenecían a grupos de ‘Los Zetas’ y ‘Golfo’; aparentemente usaron una escalera para trepar el muro y en el exterior del penal ya los esperaban sus cómplices con vehículos.

A finales de ese año, 151 internos de la prisión de Nuevo Laredo lograron escapar al salir por la puerta donde ingresaban los autos a la cárcel.

VER: La familia del Chapo Guzmán

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